En Llama a la matrona, Sara Cañamero nos guía en un viaje
apasionante por la etapa gestacional en un libro didáctico que se
convertirá en la lectura de cabecera de toda mujer que esté esperando
un hijo o planeando un embarazo.
Sus páginas de lectura fresca y directa nos invitan a conectar con la
propia fisiología femenina para comprender el cómo y el porqué
suceden los procesos en las 40 semanas más mágicas del cuerpo
humano.
Sobre la obra
El punto de partida de Llama a la matrona nos evoca a la historia de una de
las profesiones más antiguas del mundo. El mundo egipcio, la antigua Grecia,
el Imperio Romano...todas las civilizaciones han precisado de la figura de las
comadronas para velar por la salud de las embarazadas y los recién nacidos.
El papel de la matrona es fundamental en la vida reproductiva,
especialmente en el parto, y en esta obra se reivindica que las matronas
vuelvan a ocupar el lugar que les corresponde al lado de la mujer.
Las dudas más frecuentes que surgen en la dulce espera se verán
solventadas con la lectura de este libro, que ofrece un lenguaje claro y
conciso para comprender sin problemas lo que está por acontecer en los
próximos meses de gestación o incluso antes, pues conoceremos las pautas a
seguir en el camino de la infertilidad.
Sara Cañamero nos explica con absoluta transparencia el amplio abanico de
opciones que la mujer puede elegir durante los procesos. La matrona
informa y da soporte. La matrona respeta y acompaña los deseos de la
embarazada, y así lo transmite la autora.
Desde el momento en el que aparecen las dos rayas rosas, la obra nos
conduce por el embarazo mes a mes, el posparto y una guía del recién
nacido, con una estructura didáctica a la par que emotiva. Los cambios en la
anatomía, la alimentación, los miedos, las emociones o qué esperar de las
consultas sanitarias, son algunos de los temas que trata Sara Cañamero.
Todo lo que se precisa saber para afrontar la maravillosa aventura de
la maternidad está recogido en Llama a la matrona.
Sobre la autora
Sara Cañamero se licenció en la Universidad Complutense de Madrid. Es
matrona, enfermera pediátrica y además instructora de Pilates. Durante
años se ha dedicado a acompañar a las mujeres en sus procesos de
embarazo, parto, postparto y crianza, y en 2013 fundó MaterNatal, un centro
de atención integral a la mujer en el que dirige a un equipo de profesionales.
Es autora del blog Matrona Madrid donde ofrece recursos para afrontar
todas las etapas desde el embarazo al puerperio y asesorar a los padres
recientes.
Su ocupación principal es la maternidad, pues es madre de tres hijos.
Entrevista a Sara Cañamero
“Son las mujeres las que nos tienen que reclamar
más, dándonos a conocer, exigiendo tener una
matrona a su lado”.
Pregunta: Llevas años dedicándote a acompañar a las mujeres en sus
embarazos, partos y postpartos, ¿qué es lo más gratificante de tu
trabajo?
Respuesta: Creo que tengo el trabajo más bonito del mundo. Las matronas
estamos al lado de las mujeres en los momentos más claves de su vida:
cuando les viene su primera regla y cuando ésta se va, en la búsqueda del
embarazo, en la dulce espera, en la preparación para el parto, en el
postparto, asesorando en el cuidado del recién nacido, en la lactancia, en la
recuperación física y psíquica postparto. Me gusta tanto mi trabajo que no
podría quedarme con una sola cosa. Ser matrona es mucho más que atender
un parto, no hay nada más bonito que acompañar en el nacimiento de un
bebé, servir de apoyo a las parejas, empoderar a las madres y devolverles su
confianza en la capacidad de parir. Para mí es un honor el ser elegida por las
mujeres para que las acompañe en el proceso de la maternidad. Es
gratificante cuando acuden a mí ante una dificultad, y juntas somos capaces
de superarla, por ejemplo con la lactancia materna, que no siempre es un
camino de rosas. También cuando les soy útil en su recuperación física y
psíquica, cuando resuelvo dudas respecto a la crianza. Todo esto me hace
sentir bien conmigo misma, cuando cambio el ceño fruncido de
preocupación de una mujer que entra en mi consulta, por una sonrisa y una
cara de calma.
P: De un tiempo a esta parte las matronas han quedado relegadas de su
papel fundamental en el embarazo y parto de la mujer, sustituidas en
ocasiones por otras especialidades médicas, ¿crees que deberían
volver a concretarse las funciones de cada profesional?
R: Creo que lo justo sería que las matronas volviéramos a ocupar nuestro
lugar. Las funciones de cada profesional están bien detalladas en el BOE, sin
embargo es triste ver cómo hemos perdido terreno no sólo en la atención al
parto, sino en el cuidado del embarazo, el postparto, etc. Las matronas
somos especialistas y estamos formadas en la fisiología del parto, somos
expertas en preservarlo y en identificar cuando el proceso se desvía de la
fisiología y debemos intervenir. Según la OMS para intervenir en un proceso
de parto debe de haber una causa plenamente justificada. Nuestro papel en
la atención al embarazo, parto y postparto siempre tiene como centro y
objeto de cuidados a la mujer, y no sólo abarcamos lo físico; sino que nuestra
atención integral hace que tengamos en cuenta el aspecto psicológico, el
entorno, sus vivencias anteriores y sus expectativas. Acompañamos desde el
respeto, conociendo la fisiología de los procesos, interviniendo sólo cuando
es necesario o cuando la mujer nos reclama. Los ginecólogos son médicos, y
su formación va encaminada a la patología. Su formación está orientada a la
intervención para solucionar problemas. Sus técnicas suelen ser invasivas, y
cualquier intervención puede tener daños colaterales. Son los responsables
de los embarazos y partos de bajo riesgo (que afortunadamente constituyen
un porcentaje muy bajo con respecto al total). Hay varios estudios que
comparan la asistencia de partos de bajo riesgo por matronas y ginecólogos
y llegan a la conclusión de que cómo los resultados neonatales son los
mismos (bienestar del recién nacido), sin complicaciones no se demuestra
beneficio alguno que sean atendidos por médicos. En cuanto a los datos de
salud materna los resultados son tan buenos o mejores si son asistidos por
matronas, ya que las tasas de intervención y medicación utilizada son
inferiores. Para la OMS, la matrona es la profesional más apropiada y
económica para ser asignada al cuidado de un embarazo y parto normal,
incluyendo entre sus funciones el establecimiento de los distintos riesgos y
el reconocimiento de complicaciones. Sin embargo, creo que son las mujeres
las que nos tienen que reclamar más, dándonos a conocer, exigiendo tener
una matrona a su lado.
P: Hoy en día la información está al alcance de todos, sin embargo,
¿crees que los futuros padres están bien informados y conocen todas
sus opciones?
R: Pienso que como en todo, el acceso ilimitado a la información tiene su
lado bueno y su lado no tan bueno. Siempre es importante hacer una lectura
crítica de la información, sopesando la fuente y si está basada en la evidencia
científica. Sin embargo, por experiencia creo que por mucho que leamos, nos
podemos igualmente como padres sentir inseguros en muchos aspectos de
lo que la ma/paternidad conlleva. Creo que una buena formación para la
maternidad, que englobe no sólo el parto sino los cuidados de la mamá y el
bebé una vez que éste ya ha nacido puede dar mucha más confianza a la
pareja. Las matronas contamos con muchas herramientas para ayudar,
complementarias a la preparación al parto tradicional: hipnosis en el
parto, preparación en el agua, pilates prenatal, midfulness, yoga…
P: Últimamente se habla mucho de violencia obstétrica, ¿consideras
que es una realidad hoy en día?
R: Por supuesto, supone un gran riesgo para la salud pública, ya que afecta al
bienestar del bebé y de la mujer. En algunos países lo han englobado dentro
de la violencia de género, y aunque en España las tasas de este tipo de
violencia son elevadas, no hay ninguna ley que lo contemple. La violencia
obstétrica es algo tan grave que no puede ni debe silenciarse, estamos
hablando de un trato jerárquico deshumanizador, en el que la mujer pinta
muy poco o nada, y en muchos casos es tratada como una niña pequeña; en
un uso excesivo de la medicalización e intervenciones innecesarias o no
justificadas; es la patologización de los procesos fisiológicos. La suma de
todo ello trae secuelas físicas, psíquicas y sociales para la madre y el bebé.
P: ¿Confían las mujeres en su matrona?
R: Eso deberías preguntárselo a las mujeres, lo que creo es que muchas
mujeres aún no conocen todo lo que las matronas podemos ofrecerles: desde
la atención al embarazo, parto y postparto, sexualidad, menopausia etc.
Haciendo un poco de autocrítica puede que las matronas nos hayamos
centrado en estar presentes en el ámbito hospitalario, de la tecnificación,
investigación… eso no está mal. Sin embargo, las mujeres también nos
necesitan en sus casas, en su ambiente. Es allí cuando te preguntas si lo
estarás haciendo bien, te entran mil dudas sobre la crianza, la maternidad, tu
nuevo rol. Y es ese vacío que están llenando las doulas. Debo decir, que cada
vez somos más las matronas que estamos volviendo a la esencia de nuestra
profesión y acompañamos a las mujeres en todo su proceso de maternidad,
crianza, sexualidad y acudimos al lugar donde se nos necesita. Las matronas
debemos acompañar a las mujeres en el plano afectivo, emocional (ya que
muchas también somos madres y hemos estado en las mismas situaciones
que nuestras clientas); pero aportamos un plus a ese acompañamiento, y es
el plano profesional: Las matronas somos Enfermeras Obtétricoginecológicas,
es decir primero hemos estudiado 3 ó 4 años de enfermería
(depende si es diplomado o grado), hemos sido sometidas a un examen
durísimo que se llama EIR para el cual muchas de nosotras hemos estudiado
años para aprobar, ya que se ofertan muy pocas plazas al año (es como el
MIR para los médicos) y después hemos hecho 2 años de formación como
Matronas Internas Residentes, en el que trabajamos en partos, centro de
Salud, Neonatos, planta de Puerperio… Y damos clases teóricas en la
Universidad. Y después, nos seguimos reciclando y continuamos
formándonos toda nuestra vida profesional. Nuestra formación es
completísima a nivel académico, aunque es verdad que siempre se puede
mejorar…
P: La OMS pauta unos datos esclarecedores sobre el intervencionismo
en los partos que no se están cumpliendo en muchos países, entre ellos
España. ¿A qué crees que se debe?
R: En parte se debe al escaso número de matronas y a que la atención al
parto se está centrando demasiado en la medicalización del mismo. Una
mujer sana, con un embarazo sano, sólo tendría que ver al ginecólogo para
hacerse las ecografías y cuando el embarazo tiene algún factor de riesgo
importante. Una mujer sana, con un bebé sano, no debería ver a un
ginecólogo en un parto a menos que hubiera necesidad de intervenir por
alguna complicación. La mayoría de los estudios concluyen que bajarían el
número de cesáreas, intervenciones en el parto, episiotomías, inducciones,
etc, si los partos de bajo riesgo (que son la inmensa mayoría) fueran
atendidos por matronas.
P: Muchas embarazadas tienen miedo al momento del parto, ¿por qué
razón crees que ocurre esto?
R: Es natural sentir miedo a lo desconocido. Surgen diferentes tipos de
miedo: al dolor, a no ser capaz, al qué dirán, a no reconocer cuando empieza,
etc. Una de nuestras funciones como matronas es trabajar junto con la mujer
y su pareja estas cuestiones, darle herramientas para enfrentarse al gran día
con confianza, que vuelva a creer firmemente en su capacidad no sólo para
hacerlo, sino para hacerlo bien.
P: Tras el parto, la mayoría de mujeres se sienten solas e incluso
olvidadas por el sistema de salud. ¿Crees que es por algo en especial?
¿El papel de la matrona también consiste en cuidar el postparto más
allá de las primeras semanas?
R: En el sistema sanitario actual no hay mucho espacio para el postparto,
parece que si el bebé está sano todo va bien. Nos centramos en la revisión
del niño sano, en la visita a la matrona a los diez días y poco más. Pero es
postparto es un momento mucho más delicado para la mujer, y por
consiguiente también para el bebé. A nivel hormonal, a nivel emocional, a
nivel físico, a nivel de rol de mujer-madre-pareja supone un momento de
readaptación increíble; y debemos velar porque ocurra sin incidencias. Las
matronas estamos formadas en la atención durante el postparto, tanto de la
madre como el bebé: valoramos el suelo pélvico, la diastasis de recto,
ofrecemos apoyo y asesoría en la lactancia, los primeros cuidados del bebé,
detección de la depresión postparto, etc.
P: ¿Qué consejos le darías a una mujer que va a dar a luz en unos
meses?
R: Que tenga confianza en ella misma, en su capacidad de gestar y parir. Que
confíe y escuche bien adentro de ella en la crianza de su bebé. Y por
supuesto que ponga una matrona en su vida, para desterrar las dudas y los
miedos en el embarazo; para trabajar la gestión del dolor en el momento de
dar a luz y todos los temores que puedan surgir ese día; para que la
acompañe en el parto, sea donde sea; para que la asesore en el postparto y la
lactancia; para que la acompañe los primero días de vida del bebé. Para
tener una atención personalizada, y adaptada a sus verdaderas necesidades.
Sobre la Editorial…
El nuevo sello editorial Doña Tecla, al frente del cual se encuentra la editora
Gema Lendoiro, nace con el objetivo de atender los gustos editoriales de los
nuevos tiempos. Busca publicar temas de total actualidad e interés general, a
través de las voces de los escritores que mejor reúnan condiciones de
calidad y originalidad bien sea autores noveles o más reconocidos,
apostando por libros que sabemos van a entusiasmar a todo tipo de lectores.
Doña Tecla pretende llegar a ese gran público ávido de conocimiento,
curiosidad y entretenimiento, publicando biografías, ensayos, libros de
divulgación, prácticos, narrativa, ficción y no ficción, pero siempre pensando
en despertar el interés y el deseo de entregarse al gran placer de la lectura.